Toda persona ha oído alguna vez frases del tipo: «Yo con esto no voy a poder», «Esto me supera», «Qué va a ser de mi si…», «Tengo que hacer tal cosa pero no me apetece nada»… Y casi todas las personas hemos dicho alguna frase parecida. Son pensamientos, casi frases hechas, que no nos ayudan para nada, que nos debilitan ante las circunstancias de la vida, que no son útiles.
Por otro lado hay pensamientos que nos refuerzan, que ayudan, que nos ponen en una situación psicológica mucho más adecuada para afrontar las dificultades de la vida. Hay pensamientos útiles.
Les pongo un par de ejemplos: «Si pude con aquello que superé, seguro que puedo con esto que tengo por delante». «Ya sé que no me apetece hacer esto pero es que haciéndolo conseguiré algo que sí que me apetece mucho».
Los pensamientos no son algo que nos asalta y nos controla (o más bien descontrola) sin que podamos hacer nada por evitarlo. Si mantenemos una actitud adecuada, si no dejamos que el pánico nos domine, podemos revisar los pensamientos que nos asaltan y elegir aquellos pensamientos que nos pueden resultar más útiles.
¿Y cómo controlar los pensamientos?. La clave principal está en el nivel atencional y en la intencionalidad. Necesitamos controlar un poco las emociones y concentrarnos en mantener un tono atencional alto. Desde ahí, desde ese nivel atencional alto, podemos reforzar nuestra intencionalidad al respecto de un asunto determinado y elegir los pensamientos que nos van a resultar útiles y descartar aquellos otros que no nos van a servir para nada bueno.
No crean que es tan difícil hacer esto. Como todo, se puede ejercitar y se va ganando capacidad. Pero no es tan difícil, de verdad. Trate de estar en un nivel de atención más alto. Intente que en momentos de zozobra predomine el pensamiento sobre la emoción. Y al hacerlo, elija sus pensamientos, los que le resulten más útiles Los problemas no desaparecerán como por arte de magia, pero será mucho más probable que los afronte con garantías de éxito. Si, pese a todo, le superan, no dude en recurrir a la ayuda de profesionales. Sabremos ayudarle .