Colegiada N. 8307 - Miembro del Colegio de Psicólogos de Cataluña desde 1995

En estos últimos años estamos viviendo situaciones realmente tremendas: Vivimos una crisis financiera que desencadenó terribles escenas de desempleo, desahucios y gente sufriendo; vemos cada poco imágenes meteorológicas de inundaciones y tormentas «históricas» además de batir records de temperatura tanto por arriba como por abajo por culpa del cambio climático que nos amenaza; se desencadenó una pandemia que nunca habíamos vivido, que se llevó la vida de familiares, amigos, conocidos y que nos encogió a todos; un volcán en plena catarsis destructiva en una isla de nuestro país; una guerra en Europa que amenaza incluso la civilización al completo por la amenaza nuclear… Todo muy tremendo, muy amenazador, en una sucesión incesante de desgracias y amenazas.

Vivimos la vida, ya de por sí complicada, en un escenario tan amenazador que es imposible que no nos afecte. De hecho, todo el mundo habla de cifras de problemas psicológicos propias de una «pandemia psicológica». Las cifras de personas con problemas de ansiedad y depresión baten records, especialmente entre las personas más jóvenes y más mayores. Los datos de consumo de medicamentos (ansiolíticos y antidepresivos, por ejemplo) alcanzan records nunca antes vistos. Aumentan los suicidios. El insomnio, el estrés, la tensión en las relaciones interpersonales crecen día a día… Si el escenario mundial es tremendamente amenazador, las cifras que les menciono nos indican que el estado psicológico de la población es igualmente preocupante.

Poco podemos hacer al respecto desde esta columna. Pero sí podemos advertir a nuestros lectores de lo que está pasando. Advertir no soluciona, cierto, pero espero que ayude a comprender y comprender es el comienzo de la prevención.

Unos consejos:
1.- Evite la inmersión completa en informativos y debates. Oxigene su psiquismo huyendo de las imágenes diarias más amenazadoras. Reduzca presencia en redes.
2.- Intensifique la comunicación con los suyos. Intente no sentirse solo/a frente a todo.
3.- Cuide sus hábitos de alimentación y sueño. Pase tiempo suficiente durmiendo porque el descanso le ayudará muchísimo.
4.- Destaque los aspectos positivos de su vida. No se deje vencer por el negativismo.
5.- Si lo necesita, ni lo dude: consulte con un profesional. Le ayudará a tener mucha mejor calidad de vida.